«Cada devoto tiene sus motivos o razones para venir a Atalaya a visitar a Jesús Nazareno» así lo dijo Monseñor José Domingo Ulloa, al referirse a la culminación de esta festividad religiosa.
Y es que cada año son muchos los testimonios de la gente que se traslada desde diversos puntos del país, a visitar la imagen del «milagroso».
Por citar algunos de ellos, por milagros de sanidad, por unidad familiar, por la sociedad, por alguna enfermedad, entre un sinnúmeros de situaciones que son presentadas al momento de llegar al altar de Jesús Nazareno.
Muestra de esa fé, es la multitudinaria procesión, que sale de la parte frontal de la Basílica Menor de Atalaya, y recorre toda la plaza central, custodiada por miembros de la Fuerza pública quienes garantizan que se mantenga el orden en el recorrido de la imagen.
La misa principal de esta festividad religiosa estuvo presidida por Monseñor Dagoberto Campos Salas, Nuncio apostólico de Panamá.