Un nuevo escándalo gira en torno al millonario proyecto de alcantarillado de la ciudad de Santiago que actualmente ejecuta la empresa constructora MECO.
Esta vez, la polémica se origina por la ubicación de la planta de tratamiento de aguas residuales que se pretende instalar en la zona residencial de la comunidad de Martincito, corregimiento de Santiago lo que ha despertado la oposición de los residentes del lugar.
La decisión de la citada empresa de contruir la planta en el sitio incluso generó que ayer un grupo de residentes de la comunidad protestara e impidiera que las maquinarias de Meco iniciaran los trabajos para instalar la estructura.
Yadira Pitano, vocera de los residentes de Martincito, expuso que la compañía decidió de manera inconsulta y sin contar con estudio de impacto ambiental (EIA) ni permiso de construcción del Municipio de Santiago instalar la planta en un lugar que no reúne las especificaciones técnicas para tal fin.
“Aquí lo que se pretende es favorecer a una persona con un negociado de venta de un terreno y por eso se quiere forzar la construcción de esa planta en ese lugar”, denunció la fuente.
Pitano aclaró que los residentes de Martincito en ningún momento pretenden oponerse al proyecto de alcantarillado de Santiago pero lo que no permitirán es que se construya la planta de manera inconsulta tal y como se pretende.
El grupo comunitario se quejó también del hecho de que la actual administración de gobierno ni siquiera a resuelto el tema de falta de agua potable y ahora quieren afectar con una planta de aguas negras.
Consultada sobre el tema, la gobernadora de Veraguas, Olga de González, indicó que ella ha participado de algunas reuniones con los afectados y la empresa incluso ha hecho docencia entre los residentes a quienes se les han mostrado los modelos de funcionamiento de dicha planta en donde se les ha aclarado que dicha estructura no afecta a la comunidad.