Un equipo interinstitucional desarrolló un operativo para extraer trasmallos fantasmas de aguas del Parque Nacional Coiba que afectaban la biodiversidad del área protegida y que han sido abandonados por grupos de pescadores. Este tipo de artefactos está prohibido por completo dentro de esta región, según la normativa.
El jueves 16 de diciembre, personal técnico de la Dirección de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), junto con la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) y Conservación Internacional, mediante una acción conjunta, extrajeron una red fantasma del Parque Nacional Coiba, frente a la isla Canales de Afuera.
Ricardo De Ycaza, director de Costas y Mares de MiAMBIENTE declaró que se hizo un esfuerzo conjunto que implicó la inmersión de varios buzos y que las redes fantasmas son asesinos silenciosos que se encuentran en los océanos de todo el mundo, y “debemos imponer nuestros mejores esfuerzos para retirarlas y evitar que sigan causando daños a la biodiversidad y ecosistemas marinos”.
La red fue observada durante un monitoreo de tortugas marinas y, se encontraba enrollada en un arrecife cercano a la costa. Fue reportada a las autoridades, que determinaron la necesidad de eliminarla, ya que al estar extendidas se convierten en una especie de muro que continúa en la labor de pesca y causa por tanto, afectaciones a lo largo del tiempo.
Utilizando equipo de buceo, el personal desenmalló la mayor parte de la red de los corales ascendiéndola a superficie con la utilización de boyas especiales de elevación. De igual forma, pudieron localizar otras redes fantasmas que se espera retirar pronto y tan pronto las condiciones lo permitan.
Este tipo de material sobrante es parte del 20% de la basura marina que llega a los océanos y se constituyen en un peligro para la sostenibilidad de los recursos marinos. Predadores tope como mamíferos marinos, tiburones y tortugas, se enredan en estos aparejos causándole heridas dolorosas e incluso la muerte por ahogamiento o infección.
En cuanto a los ecosistemas, estos aparejos abandonados no permiten el crecimiento de especies que se desenvuelven en el fondo marino, conocidas como bentónicas que componen los arrecifes de coral, ya que no tienen ni espacio ni alcance a la luz del sol para poder desarrollarse. En el caso de esta red, había arrastrado parte del arrecife de coral desprendiendo algunas colonias de corales (Pocillopora spp.)
El equipo interinstitucional continuará con el monitoreo con la finalidad de limpiar esa región marina de la contaminación; así como la depredación por pesca ilegal y las malas prácticas en estas regiones costeras.